Compañeros, resulta un poco difícil decir ¡Felicidades!, ante esta crisis; surgen un sinnumero de sentimientos encontrados ante esta palabra. No porque no deseemos felicidad, no porque estemos amargados, sino porque en realidad, a no ser por lo más importante que nos ha ocurrido en nuestras vidas, que es estar con ustedes, en encontrarnos tanta y tanta gente con quienes hemos comulgado con el mismo pensamiento de liberación, por ese honor que nos da compartir con ustedes este momento histórico, realmente la palabra felicidad sería algo tanto vacia.
Para no ir tan lejos en argumentos filosóficos, a lo mejor porque no somos filósofos, pondre un, tal vez burdo, ejemplo.................. suponiendo que me toca cumplir años cuando un ser muy querido esta en peligro de muerte, cuando más grave esta, si llegan y me dicen felicidades, creanme que me quedaría fría, no sabría que responder, tal vez lloraría; pues así siento que esta la situación del país. Nos estan quitando nuestra tierra, nuestros recursos naturales, nuestra educación libre, nuestra libertad de expresión, se siguen burlando de nuestro intelecto a cada instante, nos siguen prometiendo paraisos inexistentes tanto en el cielo como en la tierra y encima nos desean felicidades?, de que, por qué o para qué. Una burla más.
Aquí entre nosotros, las cosas son diferentes, estamos conscientes que felicidades entre nosotros hay, porque, repito, estamos juntos, hemos luchado juntos, vamos empujando nuestras causas, vamos dándole forma, organización y entereza a nuestra patria o matria, como le prefieran llamar. Pero precisamente eso es lo que tenemos que hacer, marcar la diferencia, marcarla con FUERZA Y VALOR, resaltar nuestros esfuerzos, ante nosotros mismos y ante los demás, transformar esa felicitación por el nuevo ciclo, en un enhorabuena por los logros y proponer para el nuevo ciclo una lucha constante por alcanzar la paz social que tanto necesitamos, por rescatar nuestra soberanía por encima de los intereses de quien fuere. Sobre todo estar conscientes de que hoy y siempre sin estas palabras FUERZA Y VALOR, la felicidad no se alcanza. La candidéz, en términos sociales, no es sinónimo de inocencia, por experiencia sabemos que es sinónimo de dejades, de apatía y conformismo, sinónimo de dejarse manipular, de ser una oveja "muy bien encarrilada (alineada)". En psicología, en la psicología nuestra, de la gente de América, a la que los usurpadores insisten en llamarnos latinoamericanos, no en la psicología que el sistema neoliberal ha implementado para controlar "las exacervaciones" de conducta, así le llaman ellos a la evolución de la persona, cosa que no les conviene, porque se podrían descubrir sus intentonas de bloquear el mismo progreso. La candidéz es sinónimo de despersonalización. Eso, precisamente eso es lo que quieren que siga en vigencia, lo consiguieron con la religión, una religión impuesta, con sus dichos estupidos "hablar de política y religión causa problemas", "tu preocupate de ti y los demás que te valgan" "HAZLOTUYO" (del pan). Y ahora lo quieren hacer con el mercantilismo, "soy totalmente palacio" "yo soy telcel", "amo el futbol" etc...
Por eso compañeros que la FUERZA Y el VALOR sean nuestras características de hoy en adelante para sacudirnos de una vez y para siempre la pesada piedra de felicidad simulada que nos quieren hacer cargar, para alcanzar una verdadera FELICIDAD que incluya soberanía y libertad, tanto en lo personal como en lo social. Es lo que les proponemos y les deseamos desde...........
La Comuna en Resistencia
lunes, 7 de enero de 2008
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